Durante su conferencia matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador defendió la nueva reforma de pensiones propuesta por su gobierno, asegurando que no busca afectar el dinero de los trabajadores destinado a su retiro. Explicó que la reforma tiene como objetivo principal garantizar que los trabajadores, bajo el régimen derivado de las reformas implementadas durante los mandatos de Ernesto Zedillo y Felipe Calderón, reciban más del 30 por ciento de su último salario al momento de retirarse.
El mandatario subrayó que esta decisión también responde a irregularidades detectadas en la gestión de las Afores, particularmente aquellas vinculadas a bancos e instituciones financieras, que según sus datos, retienen cerca de 40 mil millones de pesos que legalmente deberían haber sido entregados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
López Obrador también respondió a las críticas recibidas por la reforma, sugiriendo que los detractores, incluyendo algunos columnistas, están influenciados por su relación con las administradoras de fondos de retiro y los bancos. "Hablamos de 40 mil millones de pesos, y es claro que los columnistas que reciben moches de los bancos y las Afores están diciendo que queremos quitarles el dinero a los trabajadores, cuando es exactamente lo opuesto", afirmó el presidente, destacando que el fin de la reforma es asegurar beneficios más justos y equitativos para los futuros pensionados.