El presidente de Rusia, Vladimir Putin, aprobó este martes cambios significativos en la doctrina nuclear del país, que establecen nuevas circunstancias bajo las cuales el Kremlin consideraría el uso de su arsenal atómico. Estas modificaciones llegan en un contexto de escalada de tensiones tras la autorización del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para que Ucrania utilice misiles de largo alcance estadounidenses contra territorio ruso.
Principales cambios en la doctrina nuclear de Rusia
La nueva doctrina nuclear, oficialmente adoptada este martes, amplía los escenarios en los que Rusia podría responder con armas nucleares. Según el documento:
Ataques apoyados por potencias nucleares: Un ataque realizado por un Estado sin armas nucleares, pero con el apoyo de uno que sí las posea, será considerado como una agresión conjunta contra Rusia.
Amenazas a la soberanía rusa o de sus aliados: Cualquier agresión contra Rusia con misiles convencionales, drones o aviones, o ataques a Bielorrusia (aliada clave), podría activar una respuesta nuclear si se considera una amenaza crítica.
Agresiones de alianzas internacionales: Un ataque realizado por un Estado miembro de una alianza, como la OTAN, será interpretado como un ataque conjunto de esa alianza contra Rusia.
La agencia oficial Tass destacó que la nueva doctrina amplía el número de países y tipos de amenazas consideradas para una posible respuesta nuclear.
Misiles ATACMS: el detonante de las tensiones
El cambio en la doctrina rusa ocurre pocos días después de que Biden autorizara el uso de los misiles de largo alcance ATACMS por parte de Ucrania. Este paso, resistido por Estados Unidos durante meses, ha generado preocupación en Moscú, que lo considera una "implicación directa" de Washington en las hostilidades.
El martes, el Ministerio de Defensa ruso informó sobre un ataque ucraniano con estos misiles en la región de Bryansk, donde cinco misiles fueron interceptados y un sexto provocó un incendio en una instalación militar.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, declaró que la actualización de la doctrina responde a "la actual situación", reflejando la creciente preocupación del Kremlin por la implicación de potencias extranjeras en el conflicto ucraniano.
Rusia llama a la comunidad internacional a analizar los cambios
En el anuncio de las modificaciones, Peskov enfatizó la importancia del documento y exhortó a la comunidad internacional a estudiarlo profundamente. El Kremlin también reiteró su compromiso con evitar una guerra nuclear, como expresó el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, en la cumbre del G20 en Río de Janeiro:
"Estamos a favor de hacer todo para no permitir que la guerra nuclear tenga lugar".
Críticas y respuestas internacionales
El gobierno ucraniano calificó los cambios como un nuevo ejemplo del "ruido de sables nuclear" de Rusia, señalando que Moscú utiliza amenazas para desincentivar el apoyo occidental a Ucrania.
Por su parte, Estados Unidos y sus aliados consideran que las declaraciones rusas buscan intimidar a la comunidad internacional. Sin embargo, expertos alertan que las tensiones en torno al uso de armas nucleares no deben ser subestimadas.
Un contexto de mil días de guerra
La aprobación de estas nuevas directrices coincide con los 1,000 días de guerra en Ucrania, un conflicto que ha redefinido la seguridad global. Rusia, bajo la presión de las sanciones internacionales y enfrentando un conflicto prolongado, busca ajustar sus estrategias de defensa y disuasión en un escenario cada vez más complejo.