La Convención Bancaria celebrada esta semana en Acapulco no solo marcó un encuentro entre el Gobierno y la élite del sector bancario, sino que también sirvió como una "despedida anticipada" del presidente Andrés Manuel López Obrador. A cinco semanas de las elecciones, la preocupación más destacada entre los banqueros fue la fragilidad del Estado de derecho.
El evento, en su edición 87, reunió a más de 1.000 personas mayoritariamente masculinas del sector bancario, convirtiéndose en el único momento del año en que los intereses económicos y políticos se encuentran formalmente. Los tres candidatos presidenciales también presentaron sus visiones económicas para México durante el evento.
López Obrador destacó en su mensaje de clausura los logros económicos del Gobierno, resaltando un crecimiento anual superior al 3%, empleo casi pleno y un aumento en los salarios reales. Sin embargo, su participación también marcó una especie de despedida anticipada, expresando gratitud por el trato recibido durante su mandato.
La relación entre López Obrador y la élite bancaria ha sido tensa en el pasado, con confrontaciones durante eventos anteriores. A pesar de esto, los banqueros expresaron una sensación de alivio este año, ya que los negocios de los bancos no se vieron afectados durante el sexenio y la economía se mantiene estable. La esperanza de los banqueros ahora radica en que el próximo presidente sea más amigable con el sector.
Durante la Convención, tanto los candidatos como los banqueros abordaron temas relacionados con la economía y los intereses de los grandes capitales, como la posibilidad de una reforma fiscal y la seguridad ciudadana. Sin embargo, la preocupación principal entre los empresarios bancarios fue el Estado de derecho, que garantiza reglas claras para la inversión y la seguridad jurídica.
En las conversaciones entre colegas y líderes del sector bancario, la impunidad y la falta de seguridad fueron temas recurrentes. La preocupación por el Estado de derecho se reflejó en las declaraciones del presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), quien hizo hincapié en la importancia de cuidar la seguridad y mantener la confianza de los inversionistas.
En resumen, la Convención Bancaria fue un evento marcado por la despedida anticipada del presidente López Obrador y las preocupaciones por la fragilidad del Estado de derecho, que dominaron las conversaciones y debates entre los participantes.